lunes, 6 de junio de 2016

¿Por qué estamos aquí?

Acceso total a la información, vivir sin incógnitas ni misterios
Pienso, luego existo. Si algo nos caracteriza a los seres humanos es esta célebre máxima dictada por Descartes, "cogito ergo sum". Pero, ¿seguirá siempre vigente? Imaginemos que a principios del siglo XXII se dan dos circunstancias que cambiarán el destino de nuestra civilización. La primera es que los telescopios alcanzarán un grado de perfeccionamiento inusitado. La segunda que se descubrirán nuevos astros, los "planetas espejo" que nos permitirán conocer al detalle todos los episodios y misterios de la historia de la humanidad. El genial cortometraje ¿Por qué desaparecieron los dinosaurios? (Mar Delgado y Esaú Dharma, 2011) es una preciosa parábola que nos plantea la imposibilidad de un futuro en el que las incógnitas estén totalmente despejadas, la inviabilidad de que las personas tengamos acceso a toda la información que nos plazca.

Tecnocracia y falta de espíritu crítico

La cuestión de fondo es que el avance técnico (trasunto de las tecnologías digitales actuales) nos llevará a la ausencia de cuestiones históricas, vitales, existenciales. En este cortometraje es muy intensa la metáfora de la nueva rama de la ciencia -la "Astronohistoria"- que nos ayudará a mirar al espacio no para conocer nuestro futuro a través de las estrellas, sino saber más sobre nuestro pasado (la indagación sin proyección, como alienación, pérdida de perspectiva y espíritu crítico).

Como los mejores clásicos: Metrópolis

¿Cómo desaparecieron los dinosaurios?, ¿Construyeron las pirámides los alienígenas?, ¿Cuál es la verdad de la evolución? En este cortometraje se plantea que este tipo de preguntas han creado guerras, pero también armisticios; han dado lugar al miedo, aunque después ha llegado la esperanza. En definitiva, la pregunta fundamental es ¿Por qué estamos aquí? Pues es evidente la respuesta: para hacernos preguntas, para cuestionarnos nuestra propia existencia. Con una estética impactante y una belleza de imágenes cuyos fotogramas nos recuerdan los mejores clásicos de la historia del cine como lo fue Metrópolis (Fritz Lang, 1927), vamos comprendiendo gracias a la aterciopelada voz en off de la narradora que es mejor vivir sin saberlo todo, dejarnos llevar por la humildad de no poder comprender al completo, que es preferible que nos falten claves.

Mejor sin saberlo todo y tener curiosidad

EN CLASE DE ESPAÑOL
Este cortometraje nos permite plantear en clase de español el futuro, aunque desde un planteamiento alejado del habitual optimismo del progreso tecnológico. En una contemporaneidad sumergida en dispositivos digitales, puede ser interesante que los estudiantes hagan un visionado mudo del cortometraje y escriban en grupos el argumento del film; a continuación, se pasa a realizar un visionado con sonido y se cotejan las hipótesis de los alumnos con el mensaje metafórico y filosófico del cortometraje.

PREMIOS
Nominado al GOYA al Mejor Cortometraje de Animación
· Premio del Jurado a la Mejor Película de Animación - NOTODOFILMFEST IX
· Premio Filmin - NOTODOFILMFEST IX
· Primer Premio - ANIMAINZÓN 2011
· Mejor Animación Nacional - IX CURTOCIRCUITO
· Premio ALMA al Mejor Guión - MECAL
· Segundo Premio Animación Internacional - FESTIVAL DE CINE DE CUSCO FENACO 2011
Visto en Canal+, La2 (Somos Cortos), Canal Sur (Cine&Cine), Aragón TV (Bobinas) y RTVE Lab