viernes, 27 de septiembre de 2013

Parodiar la crisis

La cara visible de la crisis:  José Manuel, matemático y opositor en paro, emigrante en Hungría
La crisis que está atravesando actualmente España no es solamente económica, es social. Muchos jóvenes se ven obligados a salir al extranjero para buscar trabajo, lo cual supone combinar dos proyectos que en sí mismos son muy difíciles: encontrar la primera oportunidad laboral y adaptarse a una nueva sociedad. Este es el tema que se trata en el cortometraje Fracasados por el mundo (Gonzalo Gurrea Ysasi, 2013), en el cual se parodia el programa televisivo Españoles por el mundo (en el que se muestran al telespectador los testimonios de españoles que han triunfado en el extranjero). En Fracasados por el mundo la situación es la inversa, no se pone en evidencia ningún éxito, sino el esfuerzo sin eco de un joven matemático español que no logra adaptarse del todo al país en el que ha empezado a residir, Hungría. El título del cortometraje es muy elocuente del sarcasmo que recorre todo el film, no en vano este corto tan original ha recibido el premio "La Térmica" y "Mejor Proyecto de Serie Web" del Festival Jameson Notodofilmfest 2013.

Estamos delante del Parlamento, un edificio... GRIS

En Fracasados por el mundo es muy divertido escuchar a su protagonista, José Manuel, hablar sobre su aventura en Hungría, sus percepciones del país y su visión del futuro inmediato. La espontaneidad es lo que más sobresale de su presentación personal, también su naturalidad al hablar de sí mismo ("evito hablar con la gente, no entiendo su lengua, es un mal rato que prefiero no pasar"), ya que lo hace con una fina ironía juvenil que convierte el relato en un testimonio corrosivo de plena actualidad ("al principio en los restaurantes pedía al azar, no entendía el menú"). Con el primer plano de José Manuel se pone el acento en que en absoluto es lo mismo emigrar a otro país que a otra zona de España, ya que los resultados de los esfuerzos invertidos no son proporcionales.

Claves culturales: ¿Para qué construir una casa donde no hay sitio? (es decir, no entiendo mi entorno)

Esta parodia pone sobre el tapete el carácter un tanto naif del programa televisivo y, por extensión, de quienes animan a otras personas a dejar España para probar suerte fuera. En el programa de la TV todo el español que decide salir al extranjero (aunque proceda de una localidad muy pequeña o tradicional, tenga o no estudios) triunfa económica y personalmente en la vida, y además disfruta fácilmente de los países del mundo en donde reside con gran intensidad (aunque no hable el idioma local, o sus lazos familiares estén a más de 10.000 kilómetros). Esta "ficción oficialista" es propia de la cultura del simulacro, parafraseando al sociólogo francés Jean Baudrillard, y es parodiada en Fracasados por el mundo gracias a un guión bastante agudo y una destreza audiovisual que sabe captar imágenes como si fueran momentos robados.

EN CLASE DE ESPAÑOL
Quizás vuelva a España cuando acabe mis estudios aquí, aunque a veces vivo como un indigente
La emigración, emigrar, los emigrantes son conceptos y palabras que a veces nos resultan molestos por la realidad a la que se refieren. Por ello, utilizamos eufemismos u otros conceptos para no referirnos a nosotros mismos de esa forma. Un "español por el mundo" no es solamente un viajero, puede ser también un emigrante ¿por qué no aceptar este término? Esta es una cuestión interesante en el aula de ELE.
También, hemos de reflexionar sobre la importancia de saber el idioma del país donde vamos a residir y conocer su cultura, ya sean tanto las costumbres y los hábitos locales como los conceptos básicos relacionados con su historia y tradiciones. Es imprescindible en el aula de ELE el desarrollo de la competencia intercultural de los alumnos.





lunes, 16 de septiembre de 2013

El arte de hablar

La oratoria se debería enseñar desde edad temprana, al menos eso pensamos cuando tenemos que exponer en público nuestras ideas y nos encontramos de lleno con dificultades para hacerlo de forma eficaz. Vivimos tiempos en los que hablar bien en público es fundamental, y vemos que los debates no siempre se ganan por las ideas sino por la locuacidad de los interlocutores. En el cortometraje de ficción Por activa y por pasiva (Rodrigo Cortés, 2013) se nos presenta un debate del estado de la actualidad en el que intervienen... ¡un grupo de niños! Es muy interesante escucharles, ya que se expresan con mucha propiedad y exponen sus argumentos con expresiones muy pertinentes, como si fueran adultos, imitando a los políticos, a los contertulios y politólogos que conocemos de los debates televisivos. Estamos ante un brillante oxímoron que nos ofrece un mensaje claro: es urgente que aprendamos a hablar en público desde la escuela.
Hay que decirlo claramente, negro sobre blanco
Este corto de solo 4 minutos de duración fue presentado en la última edición del festival Notodofilmfest 2013, y en él vemos una crítica de la retórica política actual, vacía y hueca, que abunda en tantos foros institucionales, salas de prensa y cadenas televisivas: los niños repiten lo que oyen, de tal forma que, cuando les observamos y escuchamos en Por activa y por pasiva, nos vemos reflejados en ellos como en un espejo deformado (ya que, por su edad, resulta evidente que todavía no comprenden la demagogia ni pueden utilizar apropiadamente expresiones y frases hechas que forman parte de la argumentación de los adultos).

Ese argumento califica por sí solo a quien lo sostiene


Esta es una problemática antigua, ya que desde Aristóteles hay tratados de retórica, disertación y oratoria que han formado parte de los libros de cabecera de las personas más relevantes de la historia de nuestra civilización. La elocuencia ha preocupado siempre a quienes han necesitado la comunicación interpersonal para conseguir sus objetivos, y eso quiere decir también que nos interesa a todos los que vivimos en una sociedad moderna. 

EN CLASE DE ESPAÑOL
Escuchad este "solo", metáfora de quienes hablan para sí mismos
La lengua oral se diferencia de la lengua escrita en muchos aspectos, son distintas las habilidades que deben tener los usuarios del idioma para expresarse en una y otra con solvencia. En el cortometraje los pequeños contertulios utilizan expresiones propias de la lengua oral y de la argumentación, como la que da título al  film "Por activa y por pasiva" (de todas maneras) y locuciones como "poner [algo, un argumento] encima de la mesa" (exponer una idea claramente) o "el chocolate del loro" (algo sin valor o importancia). Estas locuciones dan valor expresivo al idioma, subrayan la intención de convencer por parte de quien habla y son difíciles de utilizar para los hablantes no nativos porque no se pueden traducir tal cual, se deben aprender con el uso en situaciones de comunicación adecuadas.   
Este cortometraje puede motivarnos a reflexionar sobre el buen uso de la lengua oral y de las habilidades necesarias para comunicarnos eficazmente cuando hablamos en público.