martes, 20 de junio de 2017

Somos siempre principiantes

Nadie sabe nada de su propio amor
"Si tienes 15 años y pretendes escapar, con eso basta y sobra para hacerlo. Podrías irte antes de que estas luces de ciudad se apaguen sin remedio".
Mientras suena esta canción del genial Rafael Berrio dos adolescentes que se han enamorado en el instituto se hacen una promesa un tanto inusual: volverse a encontrar dentro de quince años. Sobre este reencuentro se elabora la línea argumental del largometraje La reconquista (Jonás Trueba, 2016), una película en la que se reflexiona sobre el paso del tiempo y la toma de conciencia de lo que depara el transcurso de los años.

¿Quién lo impide?

En La reconquista es interesante ver el arranque de los fuertes sentimientos juveniles, surgidos de atracciones difusas e imprecisas, pero sustentados sobre una afinidad compacta que fragua una relación de por vida. Los dos adolescentes se sientan frente a frente, sin atreverse a romper el silencio que les envuelve; desde que se conocieron en clase no se separaron, su personalidad empezó a evolucionar a dúo. Es por ello que ven con naturalidad quedar dentro de 15 años, como si estuvieran seguros de que el paso del tiempo no va a alterar la fidelidad a las cosas que a ambos les gustan, los sentimientos que sienten el uno por el otro.

Las puertas de bronce del tiempo

"Trizas de un corazón, pavesas al viento, diminuto fragmento, de una vieja emoción". La preciosa melodía de Arcadia en flor es el telón de fondo del esperado reencuentro. Llegado el día, los dos jóvenes se vuelven a ver como si fuera ayer. Juntos recuerdan y rememoran sus momentos pasados, lo curioso es que sus miradas y gestos no se proyectan hacia el pasado sino que se anclan con energía en un presente que se vuelve denso y lleno de emoción. Comprueban con satisfacción que siguen siendo aquellos jóvenes inseguros que se quisieron, pero al verse descubren algo inédito y fascinante: son adultos, y saben que ya no les queda tanto tiempo.

Círculo: empezar, acabar, recomenzar

La escena del baile es tan intensa que cuando finaliza el espectador desea volver a verla de nuevo. Las personas bailan en un lugar indefinido, intemporal, apenas iluminado y...  no parece que en esta situación se este reviviendo nada, sino sientiendo algo nuevo, muy actual y apasionante. Los largos diálogos del film se sustituyen en este momento por el ritmo y los gestos de personas que, inmersas en un círculo, se contagian unas a otras de exaltación penetrante.



Arcadia

EN CLASE DE ESPAÑOL

La reconquista es una película que nos permite presentar en clase de español el paso del tiempo, cuya percepción es distinta según las personas y las culturas. Asimismo, el largometraje nos mete de lleno en el universo adolescente con fotogramas memorables como el paseo juvenil por la Casa de campo en Madrid, en el cual el grupo de amigos del instituto disfruta de una tarde de verano en la que estar juntos es suficiente para ser inmensamente felices; este paseo adolescente, por supuesto, es totalmente extrapolable a cualquier otro contexto cultural y en esta dualidad de particular/universal radica el enorme interés del film.