lunes, 16 de septiembre de 2013

El arte de hablar

La oratoria se debería enseñar desde edad temprana, al menos eso pensamos cuando tenemos que exponer en público nuestras ideas y nos encontramos de lleno con dificultades para hacerlo de forma eficaz. Vivimos tiempos en los que hablar bien en público es fundamental, y vemos que los debates no siempre se ganan por las ideas sino por la locuacidad de los interlocutores. En el cortometraje de ficción Por activa y por pasiva (Rodrigo Cortés, 2013) se nos presenta un debate del estado de la actualidad en el que intervienen... ¡un grupo de niños! Es muy interesante escucharles, ya que se expresan con mucha propiedad y exponen sus argumentos con expresiones muy pertinentes, como si fueran adultos, imitando a los políticos, a los contertulios y politólogos que conocemos de los debates televisivos. Estamos ante un brillante oxímoron que nos ofrece un mensaje claro: es urgente que aprendamos a hablar en público desde la escuela.
Hay que decirlo claramente, negro sobre blanco
Este corto de solo 4 minutos de duración fue presentado en la última edición del festival Notodofilmfest 2013, y en él vemos una crítica de la retórica política actual, vacía y hueca, que abunda en tantos foros institucionales, salas de prensa y cadenas televisivas: los niños repiten lo que oyen, de tal forma que, cuando les observamos y escuchamos en Por activa y por pasiva, nos vemos reflejados en ellos como en un espejo deformado (ya que, por su edad, resulta evidente que todavía no comprenden la demagogia ni pueden utilizar apropiadamente expresiones y frases hechas que forman parte de la argumentación de los adultos).

Ese argumento califica por sí solo a quien lo sostiene


Esta es una problemática antigua, ya que desde Aristóteles hay tratados de retórica, disertación y oratoria que han formado parte de los libros de cabecera de las personas más relevantes de la historia de nuestra civilización. La elocuencia ha preocupado siempre a quienes han necesitado la comunicación interpersonal para conseguir sus objetivos, y eso quiere decir también que nos interesa a todos los que vivimos en una sociedad moderna. 

EN CLASE DE ESPAÑOL
Escuchad este "solo", metáfora de quienes hablan para sí mismos
La lengua oral se diferencia de la lengua escrita en muchos aspectos, son distintas las habilidades que deben tener los usuarios del idioma para expresarse en una y otra con solvencia. En el cortometraje los pequeños contertulios utilizan expresiones propias de la lengua oral y de la argumentación, como la que da título al  film "Por activa y por pasiva" (de todas maneras) y locuciones como "poner [algo, un argumento] encima de la mesa" (exponer una idea claramente) o "el chocolate del loro" (algo sin valor o importancia). Estas locuciones dan valor expresivo al idioma, subrayan la intención de convencer por parte de quien habla y son difíciles de utilizar para los hablantes no nativos porque no se pueden traducir tal cual, se deben aprender con el uso en situaciones de comunicación adecuadas.   
Este cortometraje puede motivarnos a reflexionar sobre el buen uso de la lengua oral y de las habilidades necesarias para comunicarnos eficazmente cuando hablamos en público.


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