Para una adicta los demás ya no cuentan |
Antes de la droga |
En el cortometraje Exprés queda claro que una madre es capaz de darlo todo por su hija, o casi todo. El dúo de Ana Wagener (madre) y Natalia Mateo (hija) es magistral, en los pocos minutos que dura el film (3'30) la intensidad de la violencia que está instalada entre ellas es percibida inmediatamente por el espectador: la hija extorsiona tanto a la madre que ya no queda nada en la casa, ni siquiera afecto; por su parte, la madre está tan impotente que ya no puede retener ninguno de los objetos necesarios en el hogar, dejando que la hija los vaya vendiendo. Ambas están despeinadas, con aspecto desaliñado, caras cansadas y voces quebradas. Es muy impactante la imagen acelerada del salón de la casa antes (lleno de objetos bonitos y acogedores) y después de la droga (vacío).
Después de la droga |
La adicción ha arrasado la vida de estas dos mujeres, la de la más joven por sufrirla en primera persona y la de la segunda por no haberla podido evitar. Es por ello que las dos han perdido esta partida, tanto la madre como la hija: la hija es capaz de cualquier cosa por conseguir droga, y la madre se plantea librarse del problema a cualquier precio. De ahí que el título del cortometraje nos anuncie la clave de su desenlace: la olla exprés, un "regalo" que la hija hace a su madre a cambio de otro electrodoméstico que poder vender, se convierte en un arma mortal.
EN CLASE DE ESPAÑOL
Somos capaces de hacer cualquier cosa |
Tercera protagonista |
PREMIOS
Premio del Jurado en el Festival Notodofilmfest
Cortometraje Invitado en el FIBABC-Festival Iberoamericano de Cortometrajes
Festival de Cine Comprimido
Festival de Cine Comprimido
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