lunes, 27 de mayo de 2013

Psiquiatría y cine

Un psiquiatra ante un extraño caso
Solemos decir que "vivimos soñando" cuando traemos a la realidad nuestros sueños, al estar en este mundo con los ojos bien abiertos pero con la mente muy lejos, refugiados en nuestras quimeras. El soñador (Óskar Santos, 2004) es un cortometraje en el cual el planteamiento es, precisamente, el inverso: se aborda el tema de aquellas personas que dejan de interesarse por la vida real y se trasladan al mundo onírico, optan por dormir como una actividad vital central que experimentan intensamente con los ojos cerrados.



Think-aloud protocol, pensar en voz alta


En El soñador se cuenta una historia en primera persona, la del psiquiatra que atiende el insólito caso del noble Don Diego de Robledo, un joven viudo que sufre un grave trastorno neurológico que se expresa en ataques de narcolepsia con profunda somnolencia y alucinaciones entre la vigilia y el sueño. Don Guillermo Rivas escribe en su diario su curiosa experiencia médica y su voz, a modo de los thinking-aloud protocols (informes orales en los que los profesionales registran lo que piensan en voz alta), nos va envolviendo hipnóticamente en la historia. El psiquiatra acaba autoanalizándose a través de las entrevistas con su paciente en los periodos, cada vez más escasos, en que está despierto (ya que Don Diego llega a pasar más de tres días seguidos durmiendo).

Siempre he estado ahí, sólo hay que querer verme
En su introspección, Don Guillermo Rivas termina identificándose con Don Diego: ambos han perdido a sus seres más queridos y no han podido superarlo, el paciente a su esposa recién casada, y el médico a su hija cuando aún era una niña pequeña. Si bien Don Diego se refugia en los sueños -donde dice encontrarse con su esposa fallecida-, Don Guillermo no puede conciliar el sueño, sufre insomnio desde que murió su hija y vive sumido en su recuerdo. En el cortometraje, las imágenes de las conversaciones entre médico y paciente están envueltas en un rotundo halo de romanticismo, los frecuentes planos medios nos presentan a dos hombres unidos por un mismo desapego por el mundo. Es por ello que comprendemos perfectamente su complicidad a la hora de sabotear el proyecto del hermano de Don Diego, que pretende internarle en un manicomio para quedarse con la herencia familiar. El psiquiatra y el paciente trazan un plan para dar la espalda, definitivamente, a la realidad.



Bostezar en la vigilia,
pero sonreír en el sueño
EN CLASE DE ESPAÑOL
Resulta interesante reflexionar sobre los sueños y su trascendencia. Contar un sueño puede ser una actividad importante para conocernos a nosotros mismos, desde Sigmund Freud accedemos a nuestro inconsciente a través de los sueños. En español el campo semántico de los sueños es muy amplio y nos permite practicar la sufijación (somnolencia, insomnio, soñar, soñador, ensoñación); por otra parte, cuando contamos un sueño a otra persona lo hacemos en pasado, en pretérito imperfecto, como si fuera una acción que dura en el tiempo ("soñé que estaba cayendo hacia un fondo oscuro y no podía hacer nada...").
La interpretación de los sueños también está sujeta a valores culturales, no sólo a patrones psicoanalíticos, y es interesante escuchar a las personas interpretar nuestros sueños porque cada individuo lo hará de acuerdo a sus referentes culturales. Soñar con serpientes, el agua, el fuego, con volar, correr, son símbolos oníricos frecuentes que pueden ser interpretados de forma positiva o negativa según las culturas. En español, para expresar hipótesis utilizamos expresiones diversas como "a lo mejor", "quizás", "tal vez" (de ahí que podamos decir "tu sueño con volar a lo mejor significa que deseas cambiar algo en tu vida").

El soñador es un cortometraje inspirado en el universo onírico de Alejandro Amenábar, su colaborador Óskar Santos ha sabido expresar en este film una lírica mezcla de la realidad y el sueño, subrayando la fina línea que separa la vida de la muerte que caracteriza el cine fantástico.

Para saber más sobre la relación del cine y la medicina te recomendamos leer este artículo de la Revista Medicina y Cine de la Universidad de Salamanca.

Dreamer

El soñador raconte une histoire en première personne, l'histoire du psychiatre qui étudie l'insolite cas de l'aristocrate Monsieur Diego de Robledo, un jeune veuf qui souffre un grave trouble neurologique qui s'exprime en des attaques de profonde narcolepsie et hallucinations entre la veille et le rêve. Monsieur Guillermo Rivas écrit dans son carnet de médecin sa curieuse expérience médicale et sa voix, à la façon des thinking-aloud protocols (rapports oraux dans lesquels les professionnels enregistrent ce qu'ils pensent en haute voix), nous hypnotise. Le psychiatre fait son auto-analyse à travers les entretiens avec son patient dans les périodes, de plus en plus rares, dans qu'il est réveillé (puisque Monsieur Diego arrive à passer plus de trois jours suivis en dormant).

El soñador explains a history in first person, the one of the psychiatrist that attends the unusual case of the aristocrat Don Diego of Robledo, a widowed youngster that suffers a grave neuralgic disorder with narcolepsy attacks and hallucinations between the wakefulness and the dream. Don Guillermo Rivas writes in his newspaper his curious medical experience and his voice, in the way of the thinking-aloud protocols (oral reports in which the professionals register what they think in high voice), hypnotize us. The psychiatrist makes a self analysis through the interviews with his patient in the periods, increasingly scarce, in that he is awake (because Don Diego arrives to happen more than three days followed sleeping).

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